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miércoles, 5 de mayo de 2021

"Cuba" La resistencia civil y popular marca el fin de la dictadura de Cuba “¡¡Ya se acabó!!”.

 
https://hispanopost.com/wp-content/uploads/2021/05/san-isidro.jpg  

Por Carlos Sánchez Berzaín (*)

La dictadura de Cuba que detenta el poder por mas de 62 años se desmorona estrepitosamente y el grupo de delincuencia organizada trasnacional que la integra y sostiene lo sabe. Al régimen de oprobio que se vendió con falacia de revolución y que ha ensangrentado por décadas su país, la región y el mundo, no le queda sustento que no sea la violencia contra sus ciudadanos. Una sociedad llevada a extremos de miseria, opresión, humillación y violación de sus derechos humanos se ha rebelado y la historia enseña que su triunfo es inevitable. La resistencia civil y popular del pueblo cubano marca el fin de la dictadura de Cuba.

El mensaje de la resistencia civil y popular de Cuba está resumido en el clip de jóvenes artistas que contiene la estrategia para la liberación de Cuba:

“¡¡Ya se acabó!!”.

“No mas mentiras. Mi pueblo pide libertad, no mas doctrinas. Ya no gritemos patria o muerte sino PATRIA Y VIDA, y empezar a construir lo que soñamos, lo que destruyeron con sus manos”. “Que no siga corriendo la sangre por querer pensar diferente….”.”Ya se acabó, ya se venció su tiempo, se rompió el silencio…..y no tenemos miedo se acabó el engaño…..”

Manifestaciones, protestas, resistencia pacífica, denuncias y señalamiento de los atropellos y crímenes de la dictadura, todo tipo de actos de repudio y resistencia civil, son la constante creciente Cuba que muestran un pueblo que ha perdido el miedo, que sometido al hambre y preso en su propia Patria convertida en una cárcel, busca cambiar su situación para lograr la libertad de la que ha sido privado por generaciones. Un pueblo que señala a la dictadura como “grupo de delincuencia organizada” y no como política.

El régimen usa violencia e intimidación, reprime, encarcela, miente, construye falsas narrativas, asesina la reputación de los nuevos líderes, difunde propaganda y usa el desgastado slogan del enemigo imperialista, pero ya no le creen. El régimen extorsiona a su pueblo con el hambre y las necesidades que ha creado para lograr la dependencia total de sus víctimas, pero ya no le temen. Las acciones de la dictadura cubana solo reafirman la resistencia popular y aceleran la caída.

La decisión del artista cubano Luis Manuel Otero Alcántara que se está en huelga de hambre desde hace mas de una semana y que corre el riesgo de morir, representa la entereza una juventud entrenada para defender la falacia de la “revolución” y que hoy clama “libertad”. La acción de Otero Alcántara exponiendo pacíficamente lo único que le queda, lo único de lo que es dueño -su vida- contra la dictadura de Cuba para lograr libertad es un acto heroico de resistencia civil, respaldado y con la solidaridad de millones en su país y el mundo.

Otero Alcántara forma parte del Movimiento San Isidro integrado por artistas e intelectuales cubanos con el mensaje “CULTURA Y LIBERTAD” se opuso a principios de año al Decreto 349 que “regula y controla la actividad artística y pretende definir desde el Estado qué es arte”. Crecieron las manifestaciones, el régimen incrementó las detenciones, las sentencias con su método de judicialización de la represión, agresiones y todo el bagaje de infamias de la seguridad del Estado tiránico, que en lugar de aplacar hacen crecer la resistencia civil y popular.

El Movimiento San Isidro no es el único grupo de resistencia civil, ni esta solo. Pocas semanas atrás, la Unión Patriótica de Cuba UNPACU llevó adelante una masiva huelga de hambre que respaldó el Secretario General de la Organización de Estados Americanos Luis Almagro señalando que “la dictadura de la Habana aplica el terrorismo de Estado contra sus ciudadanos”. Múltiples grupos que hacen resistencia desde hace años se activan nuevamente.

Parte importante de la resistencia civil cubana son jóvenes periodistas que bajo asedio constante del régimen, informan, producen despachos de noticias y muestran al mundo la resistencia civil del pueblo cubano usando la tecnología comunicacional.

Es muy importante la decisión de no dejar Cuba, no salir de Cuba que tienen los miembros de la resistencia. Otero Alcántara declaró “prefiero morir así en este estado…..no voy a emigrar, emigrar para mi no es una solución”. La periodista Yoani Sánchez es un valioso ejemplo de esta decisión con persistencia y resistencia. Esta actitud quita al régimen uno de los mecanismos de distensión y control que siempre usó el castrismo para forzar el exilio, reemplazando con la expatriación la persecución y la prisión, pero desarticulando la presión interna.

Los ciudadanos, la prensa libre, los gobiernos y líderes democráticos de las Américas y del mundo debemos entender que la decisión del pueblo cubano es recuperar su libertad terminando con la dictadura, nada menos. La resistencia civil y popular cubana está en curso, en plena lucha y necesita el respaldo y solidaridad interna e internacional.

(*) Carlos Sánchez Berzaín es abogado constitucionalista, politólogo, 5 veces ministro de Estado en Bolivia y actual Director Ejecutivo del Interamerican Institute for Democracy.

 

Tomado de: http://www.tierralejana.com/phpbb/viewtopic.php?f=4&t=106&sid=91334d46bcb69caed0c2b53466abdb06

miércoles, 26 de febrero de 2020

"Cuba" Madre cubana rechaza ayuda del exilio por miedo a la Seguridad del Estado


El activista Rolando Rodríguez Lobaina ha denunciado la presión a que fue sometida una mujer que, a pesar de tener una delicada situación familiar, rechazó ayuda económica del exilio por miedo a la Seguridad del Estado.
La periodista independiente que realizó el reportaje para Cubanet -emitido a comienzos de enero- explica que cuando fueron a entregarle dinero enviado por cubanos solidarios residentes en Estados Unidos, la mujer explicó que después de haber sido publicada la entrevista recibió la visita del presidente del CDR, la delegada de zona y hasta de la Seguridad del Estado y la policía, quienes la presionaron y le dijeron que tenía que estar atenta e informar cualquier cosa que sucediera.


Por ese motivo, a pesar de reconocer que le gustaría recibir esa ayuda internacional, la mujer dijo que no la aceptaba porque no quería “tener problemas con la policía y mucho menos con la Seguridad del Estado”.

En el reportaje, la mujer -residente en el Reparto Agüero- pidió ayuda porque tiene un niño de 8 años con retraso mental severo.
Precisó que no recibía ninguna ayuda ni asistencia alguna por parte del Estado y que lo único que le decían en el policlínico, en Servicios Sociales, es que habían elevado el caso a instancias superiores.
Rodríguez Lobaina concluye que con actitudes como esas, el régimen lo que hace es mutilar los lazos de hermandad y solidaridad entre cubanos, gestos que en muchos casos proceden de ciudadanos que no son opositores ni pertenecen a asociaciones políticas “pero que sienten el dolor de lo que vive el cubano de a pie”.
El activista considera, además, que lo sucedido es una evidencia de la presión a la que es sometida la prensa independiente y cualquier movimiento contestario dentro de Cuba.
Tomado de: https://www-cibercuba-com.cdn.ampproject.org/c/s/www.cibercuba.com/noticias/2020-02-26-u1-e129488-s27061-madre-cubana-rechaza-ayuda-exilio-miedo-seguridad-estado

martes, 18 de febrero de 2020

Cuba hoy: “Hijos bobos” y mantenidos de la economía cubana

Toda una estructura de control parasitando la economía de manera letal. Restando mano de obra significativa a la industria y la agricultura

                 Díaz-Canel en la I conferencia nacional del sindicato de la Cultura. 2018 (granma.cu)

re> MIAMI, Estados Unidos. – “¿Cómo está la cosa por allá?”, es quizás la primera pregunta que te hagan cuando saben que recién has llegado de Cuba.

En Miami —a diferencia de las otras ciudades del mundo por donde se ha dispersado el exilio cubano—, la gente, que está más al tanto de la “cosa”, se interesa por detalles más específicos de una realidad a la que ya muy pocos auguran un final feliz.

En cualquiera de las preguntas, de más lejos o más cerca, se respira un tono semejante a cuando preguntamos por la evolución de un moribundo. Sabemos que la respuesta será desalentadora pero aun así preguntamos, como un modo de ser corteses.

“Cuba está cada día peor” pudiera estar entre las respuestas más frecuentes entre aquellos residentes en la isla para quienes sesenta años de dictadura de “partido único” ha representado más de medio siglo de estancamientos y retrocesos en muchos aspectos de la vida.

Sobre los “cambios” y “pasos de avance” de los que habla la prensa oficialista —y aquella otra que no gusta de entrar en graves confrontaciones con el régimen—, se sabe que jamás han logrado ni lograrán saltar de la letra muerta a la concretización de los “sueños”.  No tanto por la incapacidad y corruptibilidad demostradas por buena parte de los “dirigentes” cubanos sino porque mantenerse en el poder por la fuerza implica un volumen de gastos gigantesco y nunca el país les parecerá suficientemente seguro.

Jamás lo será y mucho menos ahora que el internet  —ese mal necesario para los comunistas, como lo fueron las inversiones extranjeras posterior al “soviet-exit” de finales de los años 80— se ha revelado como un campo de batalla donde llevan las de perder (están obligados a demostrar y defender lo que es “indemostrable” e indefendible) y deberán invertir grandes sumas en tecnología de punta y su constante actualización, desarrollo de software cada vez más complejos, y en actividades de “cibercombatividad” que nada sustancial aportan a una economía en fase de putrefacción.
 
Toda una estructura de control policial e ideológico parasitando la economía de manera letal.

Restando mano de obra significativa a la industria y la agricultura en beneficio de la ideologización.

De mantenerse tal patrón, es fácil deducir que nunca habrá dinero suficiente como para destinarlo al bienestar de las personas.

No solo porque la “gente normal” cuando se acomoda un poco se siente “libre” de pensar en cuáles serán sus próximas acciones para mejorar un poco más en lo personal o familiar —y esta relativa libertad conduce muchas veces a desentenderse de ese “pasto ideológico” del cual se alimentan las dictaduras de izquierda, tan temerosas del “individualismo”—, sino porque el Estado deberá sostener financieramente a toda una colmena de zánganos.

Esta colmena o jauría estaría conformada por un cuerpo policial cada vez más numeroso, armado y entrenado para reprimir; por oficiales de inteligencia “producidos en serie” y dedicados a asuntos que en otros países ni siquiera son monitoreados (al menos no con la intensidad que lo hacen en Cuba y demás regímenes totalitarios), como sería el caso de vigilar, detener e intimidar a artistas, escritores, periodistas o activistas pacíficos; pero, además, integrada por cientos de miles de “cuadros de dirección” cuya prioridad es exclusivamente la práctica ideologizadora (que a la vez le brinda amparo a la corrupción) y no el generar estrategias que garanticen el bienestar ciudadano, mucho menos un verdadero crecimiento económico basado en la inserción realista en el contexto mundial.

Ese cuerpo de “mantenidos” e “hijos bobos” de la economía cubana también está conformado por un buen enjambre de “ciberclarias”, personas cuyo trabajo, remunerado por el Estado, consiste en mantenerse activos en las redes sociales de internet, atacando las opiniones contrarias al régimen comunista.

No se tienen datos reales de a cuánto pudiera ascender el gasto, tanto en insumos como en salarios, que implican en general esas actividades de apoyar y sostener “artificialmente” al régimen mediante el control absoluto, estricto, de cada uno de los ciudadanos.

Tampoco sabemos bien cómo hacen buena parte de ese “trabajo” o si incluso “piezas claves” de tal “escudo protector” estaría integrado por otras “piezas claves” en cualquier economía, como sería la única empresa de telecomunicaciones que existe en la isla, ETECSA, dueña absoluta de casi todos los datos generados por nuestra actividad comunicacional y, por tanto, reacia a compartir ese “renglón estratégico” con otras compañías que quisieran invertir en Cuba.

Una competencia que obligaría a bajar los precios actuales de los servicios, abusivos de acuerdo con la media salarial cubana, pero que tiene en esa misma “ventaja” el peor “enemigo ideológico” para el Partido Comunista y, por ende, este hará todo lo posible por continuar usando los altos precios como forma de controlar el acceso a internet, aún cuando enmascara con cifras, a todas luces infladas, el verdadero nivel de acceso a internet de la población cubana, así como el grado de penetración de las nuevas tecnologías en la vida diaria de las personas.

Por ahora no es posible medir con la fidelidad necesaria cuántas de esas computadoras, servidores, teléfonos móviles e infraestructura de comunicaciones que el gobierno declara por millones a los organismos internacionales son usadas tanto para su actividad sistemática de control de los ciudadanos como para “combatir” abiertamente al enemigo “virtual” y real.

No es difícil intuir por el número de cuentas en redes sociales que en los últimos tiempos se han abierto “dirigentes” y “directivos” del oficialismo, que existe una política de ocupar en masa las redes, vigilarlas, ante la frustración de no poder proscribirlas, una medida extrema y casi imposible pero que, de poder hacerlo, dispararía el descontento popular a niveles críticos.

La caldera nacional ya va sobrepasando los límites con el desabastecimiento, los apagones, la falta de agua, el empeoramiento del transporte, el deterioro del fondo habitacional y la sanidad, la profunda desproporción entre el aumento de inversiones hoteleras y el incremento de las penurias de los ciudadanos, las revelaciones constantes sobre el verdadero nivel de vida de los dirigentes y sus familiares, el aumento del ejército de decepcionados dentro de las filas de Partido Comunista, el ocultamiento y la manipulación de información en casos como el del desastre del avión de Global Air, y la indiferencia y frialdad de los gobernantes ante un pueblo enlutado por la muerte de tres niñas, entre muchísimas otras “realidades” que reafirman a Cuba como uno de los países más incómodos o poco atractivos para la gente que lo vive a diario.

Lo que antes de la llegada de internet se hacía demasiado fácil, pues dependía de un sistema de información y espionaje del ciudadano prácticamente independiente de las tecnologías, hoy se complejiza y demanda dinero en cantidades que suponen un lujo para un país como Cuba, sin demasiadas fuentes de ingreso de capital fresco.

Eso no solo representa un peligro para la economía, que se verá desangrada constantemente por una élite que no quiere soltar el poder, sino que vuelve demasiado vulnerable el país —para hoy y para el futuro—, al enrolarlo en un mecanismo de endeudamiento progresivo con entidades financieras extranjeras pero, además, probablemente abrirá las puertas para que otras naciones usen a Cuba, por su cercanía a los Estados Unidos, como base de operaciones o de ensayos que pudieran desatar conflictos diplomáticos de consecuencias incalculables, esto a cambio de proveer al régimen de la tecnología, el asesoramiento y el dinero que necesita para blindarse como poder político único.

Esto último es en extremo peligroso y no sería absurdo suponer que esté entre las opciones “sobre la mesa” cuando la soga les comience a apretar en el cuello, aunque  la decisión suponga esa “pérdida de la soberanía nacional” que tanto dicen “temer”.

Sucedió con la Unión Soviética y pudiera volver a suceder con aquel que les garantice una vuelta a las condiciones de “protectorado”.

En aquellos tiempos de rublos soviéticos, que fueron miles de millones en poco más de 30 años, ni siquiera la mitad se tradujo en verdadero bienestar. El control de los ciudadanos llegó a lo enfermizo e incluso se abolieron totalmente las libertades de pensar, oponerse políticamente y hasta de viajar al exterior, tres elementos en una lista interminable de vejaciones y excesos que hubiera continuado incrementándose de no ser por el desmoronamiento del comunismo en Europa del Este.

Tengamos en cuenta que no fue hasta el 2013 que se nos permitió a los cubanos salir del país libremente —aún cuando continúan las regulaciones a activistas y periodistas independientes— y que el internet llegó, sí, pero solo para quienes pueden pagar un dólar por una hora de conexión, en un contexto salarial de los peores del mundo.

En tal sentido, la respuesta a la pregunta casi retórica sobre “cómo está Cuba” continuará siendo por algún tiempo esa de “cada día peor”, aunque creamos que a estas alturas del partido es ya imposible que se pueda empeorar más.

Las noticias por tanto se derivan de la lógica más simple: más control policial e ideológico, más tecnología para hacerlo de manera extensiva e intensiva, supondrán grandes sumas de dinero en un país donde escasea y, por tanto, continuaremos siendo una economía en crisis por algún tiempo más.

Tomado de: https://www.cubanet.org/destacados/hijos-bobos-y-mantenidos-de-la-economia-cubana-cuba/

jueves, 12 de abril de 2012

@AlfredoViso Feliz Cumpleaños!!!


Hoy es el cumpleaños del gran luchador por la libertad de Cuba, nuestro amigo Alfredo Viso
Le deseamos un muy feliz cumpleaños y que sea colmado de bendiciones!!!

Nos une la isla mas bella, que ojos humanos verán.
Cinco franjas, y una estrella, que el luto quiere apagar.
Nos une Martí; el Apóstol. Líder de la libertad.
Esas hermosas Praderas, y el Escudo Nacional

Nos unen nuestras familias, separadas por el mar.
Y amigos que desde infancia, nos esperan ver llegar.
Nos unen viejos juguetes, olvidados en algún antiguo hogar.
Con sus colores  marchitos, ¡no tenían con quien jugar!

Nos unen miles de besos.  Esos, que no les pudimos dar.
A tantos y tantos abuelos, porque no los vimos mas.
Ya los abuelos marcharon. ¿Sus nietos? . . .  ¡Regresaran!

Nos unen tumbas, ¡tan tristes! . . . Silentes, mirando al mar.
Como buscando los cuerpos, perdidos sin rescatar.
¡Nos unen tantos recuerdos!  Raíces, difíciles de olvidar.
Tantos padres sin sus hijos, ¡tantos hijos sin hogar!

Nos unen las capillitas, donde aprendimos a orar.
Y nos une la nostalgia del partir sin regresar.

Son tantas, ¡tantas las cosas!, uniéndonos a la par,
que si me pongo a contarlas, no tendré donde acabar.
Solo se, que si un enojo, nos tratara de alejar,
como todos anhelamos ver a Cuba en libertad.
Se nos pasara ese enojo, ¡y nos uniremos mas!
 (Sue Mendez)

Muere en Miami monseñor Agustín Román, padre espiritual del exilio cubano


'La nación cubana ha perdido a un gran patriota. El obispo romano era el Félix Varela de nuestro tiempo', dice el arzobispo Thomas Wenski.
Monseñor Agustín Román. (EL NUEVO HERALD)
Monseñor Agustín Román, obispo auxiliar emérito de la Arquidiócesis de Miami, murió este miércoles a los 83 años de edad, víctima de un paro cardiaco.
La Arquidiócesis dijo en un comunicado que Román se encontraba en la Ermita de la Caridad cuando sufrió el paro. Fue trasladado al Hospital Mercy, donde murió después de una reanimación extensa.
"La Arquidiócesis de Miami ha perdido a un gran evangelizador, que incansablemente predicó el Evangelio a todos. Y la nación cubana ha perdido a un gran patriota. El obispo romano era el Félix Varela de nuestro tiempo", dijo el arzobispo Thomas Wenski.
En 1979 monseñor Román se convirtió en el primer cubano en ser nombrado obispo en Estados Unidos.
Salió de Cuba en 1961, expulsado a España por el régimen de Fidel Castro junto a otros 130 religiosos.
Se estableció en Miami en 1966, donde fue identificado, casi de inmediato, con el Santuario de Nuestra Señora de la Caridad, patrona de Cuba. Román supervisó su construcción y se mantuvo activo allí incluso después de retirarse como su rector y como obispo auxiliar de Miami, y hasta los últimos meses de su vida, señaló la Arquidiócesis.
El diario miamense El Nuevo Herald destacó que Román transformó la Ermita de la Caridad en un centro de peregrinación y oración al que acuden miles de cubanos de todas partes del mundo.
Según el diario, Román sufría problemas cardiacos y fue sometido a varias operaciones de corazón abierto.
El obispo auxiliar emérito nació el 5 de mayo de 1928 en el poblado de San Antonio de los Baños, al sur de La Habana. Fue ordenado sacerdote en Cuba en 1959.
Resignado a no poder volver a su patria, Román dijo hace algún tiempo: "Sé que cuando esté en el cielo, podré ver a Cuba mucho mejor", indicó El Nuevo Herald.

sábado, 10 de marzo de 2012

Mario


Mario se fue de Cuba con diez centavos en el bolsillo. Eran las normas de la aduana nacional en 1963 con los que habían decidido marcharse del país. Una muda extra de ropa y diez centavos para hacer un par de llamadas por teléfono desde el lugar de destino. Era esa la medida exacta de la generosidad de la Revolución para los que la despreciaban. No más dinero, ni ropa, ni objetos familiares. Ni siquiera los anillos de compromiso. Así salió con su esposa americana y sus dos hijos pequeños. Dueño de una joyería había recibido el triunfo de la Revolución con el entusiasmo del que ve un buen pretexto para salir de parranda pero luego había visto cómo su antigua vida, una vida alegre y despreocupada por casi todo, incluso por quién se encontraba en el poder en ese momento se fue erosionando hasta desaparecer. La esposa americana aclimatada al país al punto en que era imposible distinguirle cualquier acento extraño ya no podía hacer los mandados sin que el mero hecho de pararse en una cola no se convirtiera en un acto de repudio al grito de “¡Cuba sí, Yankis no!”

El primer año en los Estados Unidos Mario estuvo en shock, sentado en un sofá, con la vista perdida, sin ánimos para inventarse una nueva vida. Vivían del sueldo de la mujer que a la madrugada que siguió a su llegada a Nueva York consiguió trabajo en una compañía de teléfonos. Fue así hasta que un amigo lo llamó para que lo ayudara en el negocio. Mario reaccionó como quien acaba de despertarse y desentumeció sus músculos de hombre de negocios para empezar una nueva vida a sus casi cuarenta años. Con el tiempo fundó negocios, compró y vendió propiedades, recorrió todo el mundo habitable unas cuantas veces, abrió oficina en la calle 47, en el famoso Diamond District de Nueva York, por donde entonces circulaba el 70% del mercado mundial de brillantes. No le guardaba rencor al castrismo, apenas un desprecio elemental por haber llevado un país próspero a la ruina. Incluso decía agradecerle a Fidel Castro el haberlo obligado a salir de su provinciana vida habanera y obligado a conocer mundo. El asunto del rencor se lo dejaba a la mujer quien podía perdonarle todo al castrismo menos no haberle permitido sacar del país las fotos de sus hijos. Todavía, cuando décadas más tarde evocaba la noche anterior a su salida de Cuba, la noche en que tuvo que quemar el album familiar entre lágrimas en el patio de su casa, la voz le temblaba de rabia.

Mario no tenía buena opinión de la humanidad. “El humano, eso es lo peor que hay” decía como si esa hubiese la suma del saber que había conseguido alcanzar en su larga vida. Sin embargo esa convicción no le impidió dedicarse a ayudar a todo el que pudiera como quien se resigna a una debilidad especialmente vergonzosa. Su bondad y generosidad las practicaba, por tanto, con el ceño fruncido, como si no se perdonara actuar de un modo contrario a su más profundo credo, como para disuadir de antemano a cualquiera que se atreviese a sugerir que lo hacía porque en el fondo y hasta en la superficie, enmascarada tras una mueca de disgusto, era bueno. Fue así que ayudó a salir de Cuba y a asentarse fuera de ella a medio centenar de personas, y se sorprendía sinceramente si recibía a cambio alguna muestra de gratitud. Aunque su consigna vital fuera “piensa mal y acertarás” y la noción del mejoramiento de la raza humana le parecía una de las ideas más ridículas que pudieran concebirse le parecía repulsivo que hubiese gente condenada a vivir en el infierno.

Fueron él y su esposa quienes nos recibieron en el aeropuerto JFK hace casi quince años. Quienes nos tuvieron en su casa de ventanales que enmarcaban a toda la isla de Manhattan durante el mes que nos tomó encontrar un alquiler mientras accedíamos a esa nueva vida como alguien que ha nacido en una cápsula espacial se adapta a la fuerza de gravedad. “Marielito” me decía cuando por accidente le disparaba las alarmas de su casa para calificar y justificar de algún modo mi infinita torpeza. “Marielito” me dijo desde la cama del hospital mientras salía de las nieblas de un coma para hacerme saber que todavía era capaz de reconocerme. Hoy amanecí con la noticia de su muerte. La acogí con el mismo alivio con que asumo que debió aceptarla un cuerpo demasiado maltratado en los últimos meses por dolencias que no se habían atrevido a molestarlo durante ochenta y siete años de vida plena y buena. Lo inaceptable es saber que su muerte no vino sola sino que vendrá acompañada de un vacío que duele nada más que imaginarlo. Y a esa traición le correspondo con otra que es la de dejar claro que no obstante todos los honestos esfuerzos que hizo para no enterarse de su bondad quien murió anoche fue un hombre bueno. 

domingo, 19 de febrero de 2012

Los cubanos: ¿Emigrados o Exiliados?


Esas dos palabras han dividido las dos orillas que se miran y dividen, Cuba y la Florida. Conceptualmente el que emigra deja por voluntad propia su país para establecerse en otro, y aunque permanezca lejos de él, no renuncia a la posibilidad del regreso. Al exiliado lo echa de su tierra una voluntad ajena o una voluntad imperiosa, y no puede volver a su patria por propia decisión, o sin someterse a degradantes limitaciones.

Visto así, de concepto a concepto, todo parece simple, fácil, quirúrgicamente delimitado. Pero desgraciadamente en un régimen que ha explotado todas las miserias humanas con fines demagógicos, no es así. Los procesos políticos no entienden de delimitaciones fáciles, ni de intervenciones quirúrgicas limpias: todo se mezcla, se manipula, y el origen del ayer es el principio del mañana.

Es curioso, por ejemplo, revisar los antecedentes históricos del exilio. Así vemos como en la antigua Roma no se exiliaba a nadie, pero se les prohibía el uso del agua y del fuego al condenado, por lo que a la larga tenía que abandonar el país. ¡Cuan moderno se torna este concepto en la Cuba actual!

 Así muchos emigran hoy por el hambre y las injusticias que sus gobiernos los someten. Entonces, ¿es eso un simple emigrar o un exilio forzoso?

Algunos sociólogos explican que al emigrante lo aleja de su tierra la esperanza y al exiliado la fuerza; mira el uno hacia delante por la promesa de algo nuevo y mejor, pero los ojos del otro siempre están atrás, no se arrancan fáciles de su lugar de origen. Explican que el emigrante gusta de confundirse con el nativo, adaptarse al nuevo ambiente y olvidar; el exiliado aunque el que lo hospeda lo respete, lo tiene en menos aprecio.

¿Es eso cierto? ¿Cuánto hay de mitología y de falsas delimitaciones sicológicas y sociológicas?
Para estos sociólogos de buro hay en la casa del exiliado un luto escondido, una añoranza, una cruda rebeldía que no siempre perdona el huésped que lo acoge. ¿Es que no lo hay en la que emigra también?

 Cuando la nacionalidad es fuerte, las costumbres están arraigadas en el corazón y no en el cerebro, cuando hasta los olores componen células de nuestra historia personal, nada nos abandona. Y esto es lo que pienso yo, no los sicólogos ni la sociología que estudia estos fenómenos. Yo vivo en Canadá, y soy feliz, nada me falta y la familia vive el ritmo normal de la vida. Pero mi país es mi historia y con ella cargo por el resto de mi vida, viva donde viva, porque soy cubano, y las fronteras geográficas, ni políticas, delimitan mi pertenencia.

Martí, por ejemplo, que siempre ha sido nuestra referencia más auténtica, prefirió siempre usar el término más común, el de emigrado. En 1880, en su primer discurso al llegar a los Estados Unidos, llama a quienes los escuchan “emigrados buenos”. Importante aclarar: no pregunta sobre concepciones filosóficas personales, ni sobre pensamientos políticos, ni fe religiosa, habla de “emigrados buenos”. Se iguala a sí mismo con la gran masa que lo escucha y él, el Delegado, es un emigrado mas como cualquier otro. Detalle importante, en su última carta a Manuel Mercado habla de la autoridad que la emigración le había confiado para dirigir los destinos de Cuba. Y es su Carta-Testamento antes de morir.

Es solo para darle más dramatismo al vivir por la fuerza en el extranjero que el Apóstol recurre a la palabra correcta: destierro.

¿Qué hemos sufrido los cubanos en los últimos 53 años?

No hay fórmula fácil. No podemos incluso usar la referencia del Apóstol porque las aguas sucias de la política castrista ha enturbiado los conceptos.

Si los que hemos salido de nuestro país, por nuestro propio deseo, somos emigrantes: ¿por qué entonces tenemos que pedir permiso para entrar de visita a lo que es de hecho nuestro? ¿Por qué tenemos que pagar una pegatina cada dos años en nuestro pasaporte?

Y por otra parte, si los que hemos salido de Cuba, también por nuestros propios deseos, lo hemos hecho como los condenados de Roma: porque se nos prohibía “el agua y el fuego”, ¿es eso emigración? ¿O es exilio?

La sola imposición de un permiso de fronteras para el cubano que vive en algún otro lugar fuera de las fronteras físicas de nuestro país, implica una condición de exclusividad política que no es automáticamente inclusiva, que requiere validación política de un gobierno. ¿Es eso emigración?

Si usted no puede conseguir con el fruto honrado de su trabajo la manutención de su familia, no tener un techo decente donde vivir, un futuro para sus hijos y un trabajo decoroso sin cuestionamientos políticos y tiene que abandonar, “voluntariamente”, el país ¿es eso emigración o exilio?

Hay un componente político que trasciende el límite económico de su huida. Usted no puede permanecer en el país porque su salario no le alcanza para mantener su hogar y su familia. Su techo antes de abandonar el país es expropiado y no se le retribuye un centavo. Sus propiedades no las puede vender libremente. Y olvídese aquí de las nuevas “reformas”, porque la cadena de permisos, regulaciones y trucos sigue vigente, si no es que se ha hecho aun más larga.

Los cubanos que con mansedumbre acatan el término emigración se olvidan que tienen que pagar un precio alto para visitar lo que por derecho también es suyo: su Patria. Nadie se la puede quitar, por lo que nadie debería cobrarle nada por entrar a ella. Y el retorno nunca debería ser cuestionado o estar encadenado a un permiso de retorno.

Y es aquí donde con claridad meridiana, y estoy muy seguro de eso, Martí volvería a utilizar la palabra exiliado para todos nosotros. Y olvidemos todos de nostalgias y luto escondido. Los cubanos tenemos una idiosincrasia fuerte que es imposible arrancarla. Y lo que llevamos por el mundo como un estandarte es nuestra eterna pertenencia a una isla que siempre estará con nosotros.

Yo salí de mi país, Cuba, a través del mecanismo legal que las arbitrarias leyes nacionales establecen. Y esas mismas arbitrarias leyes me imponen para entrar arbitrarias medidas de pago, control y vigilancia. Por lo tanto, soy un exiliado político. Mi pasaporte guarda una pegatina que me avala para entrar… ahora. ¿Y mañana?

Cada vez que se acude a un consulado, una embajada cubana para pagar y que le entreguen o no su permiso de viajar, se le está recordando a usted mismo que está bajo vigilancia, que depende de su conducta tranquila, callada, sumisa, el poder volver entrar al país al cual pertenece. Y NADIE tiene derecho a cuestionar su entrada, su pensamiento personal, ni su filiación política.

Y así, en este rompecabezas, se olvida la frase fundamental de nuestro Apóstol: La Patria es de Todos. Así, de sencillo, sin ningún apellido. De TODOS.

Significa que no debe haber ninguna pegatina en el pasaporte que es su derecho tener, y que nadie puede cuestionar su retorno en las condiciones que usted quiera, y en el tiempo que usted mismo estime.

Es así de sencillo.

domingo, 12 de febrero de 2012

Diaz Balart: “Esto es una demostración del amor del pueblo venezolano para recuperar la libertad”


El congresista cubano-americano Mario Díaz Balart mostró su apoyo a las primarias de la Mesa de Unidad Democrática y el empuje de la oposición venezolana a pesar del cierre del consulado en Miami.

Miami Diario/ Díaz Balart: “Chávez al basurero de la historia”
Hoy los venezolanos están ayudando a colocar en su lugar dentro del basurero de la historia a quienes están oprimiendo pueblos en Latinoamérica”. Así enfatizó ante el nutrido grupo de venezolanos apostados en el Mega Centro Electoral del Doral, en Miami, el congresista Mario Díaz Balart.
Díaz Balart, representante republicano del Sur de la Florida ante el Congreso de Estados Unidos, fue parte de los políticos, funcionarios y administradores locales, que sin ser venezolanos, acudieron al centro electoral más grande en el exterior.
El congresista ve en la organización y el proceso de las primarias de Venezuela un ejemplo, y un punto de apoyo importante a favor de cambios en la tendencia política que ha marcado el presidente venezolano Hugo Chávez Frías en Suramérica.
“Esto es una demostración del amor del pueblo venezolano para recuperar la libertad”. Dijo el congresista cubanoamericano a MiamiDiario.com. “Esto a pesar del cierre del consulado, lo que habla de una lucha de mucho tiempo para que Chávez salga del poder, lo cual no va a ser fácil, pero la tarea está siendo realizada”, puntualizó el político estadounidense con amplia influencia en los sectores hispanos del sur de la Florida.

viernes, 10 de febrero de 2012

#Cuba: Logran llegar tres cubanos a Cancun

Continuan los cubanos escapando del “paraiso” de Raúl Castro. Miles desaparecen cada año tragados por el mar. La sangría es constante, la desesperación va en aumento en la medida que fracasan reformas anunciadas por el dictador y aumenta el desabastecimiento, la inflación, la inseguridad y la represión. México es un destino preferente y como en este caso los cubanos tratan de entrar sin ser detectados para no ser devueltos a La Habana. Los tres inmigrantes ilegales lograron llegar a Cancún en una precaria barca y desaparecieron a toda prisa por un callejón en la zona hotelera. Desde Cubaout les deseamos suerte, la necesitarán.
Milenio/ Desembarcan tres cubanos ilegales frente a hotel de Cancún
El titular de la Capitanía de Puerto, Antonio Piza Vela informó que tres cubanos indocumentados llegaron esta madrugada a bordo de una barca “hechiza”, que atracó en la playa del hotel Presidente de esta ciudad.
De acuerdo con vigilantes del hotel a las tres de la mañana, tres hombres llegaron en la embarcación y salieron a toda prisa por un callejón que desemboca en el bulevar Kukulcán, principal avenida de la zona hotelera por el que desaparecieron.
La Capitanía de Puerto recibió el reporte de empleados del Presidente Intercontinental; la embarcación de madera, palos y láminas, tiene un viejo motor de automóvil, adaptado para mover una propela.
A bordo se encontraron bidones de combustible, ropa, chanclas, bolsas con algunos alimentos y botellas de agua vacías.
Una embarcación pesquera remolcó la endeble barca, hasta el muelle de la capitanía de puerto, en donde permanece.
El capitán Piza Vela dijo que se dio parte a la Quinta Región Naval con base en Isla Mujeres.
El domingo pasado una lancha rápida de la Marina, rescató a seis cubanos de una lancha similar, cuyo motor comenzó a echar humo cerca de Isla Mujeres; el 31 de enero, otro grupo de nueve cubanos, también fue rescatado en aguas quintanarroenses.